martes, 7 de octubre de 2008

Llorando por morir

¿A dondé fue cada pajaró
que voló?
¿Hasta dondé llego
cada beso que diste?
¿A dondé nacio el ser
que anhelo el fin del mundo?
¿A dondé se entierran
los fantasmas que lloran por amor?
¿Cuanto llega a inundarse o
hasta que límite puede llegar
el alma a ahogarse?
¿Cuandó entenderé
que tú no me haces felíz?
¿Qué haré cuando deje de amarte?
¿Comó seguir viviendo,
cuando se que lo único
que deseo en mi vida,
es tu amor?
¿Comó entender que Dios
me condenó
a amarte tanto?
¿Comó comprender que
no me dejes hacerte felíz?
Hacerte felíz...
¿Cuando perdí la necesidad
de reir sin pensarte?
¿Cuando fue que deje
de disfrutar mi vida,
por amarte?
¿Comó saber si esto
que siento por vos
no es obseción?
¿Es una condena de amor,
o es alguna maldición,
que algo bueno me traéra?
¿Pero cuanto aguantaré?
¿A donde van los cadaveres
cuando sus cuerpos
sean solo polvo?
¿Las almas rondarán
a nuestro alrededor,
y una que otra,
en un impulso obligado,
me hará gritarté
sin pensarlo,
QUE TE AMO...,
QUE ME OBSECIÓNO
CON VERTE FELÍZ... !?
María Sol Machuca